EDILSA GONZÁLEZ ROCA.

Ayuda urgente es lo que solicitan los residentes de unas siete comunidades en el corregimiento de Candelario Ovalle, distrito de Penonomé, esto debido a que la carretera que conduce a San Miguel Centro se ha convertido en una trampa de muerte.

Hace una semana producto de las fuertes lluvias la carretera de asfalto se fracturó quedando una enorme grieta que obligó a los docentes y padres de familia a suspender las clases en el Centro Educativo Candelario Ovalle para evitar poner en riesgo a los estudiantes que a diario deben transitar por esa vía.

La situación empeoró la tarde de este sábado 31 de agosto, cuando nuevamente debido a los fuertes aguaceros que se registran en el sector la grieta se hizo mas grande y la calle está a punto de colapsar por lo que incluso se ha suspendido el servicio de transporte en el área.

La situación ya fue expuesta a la dirección regional del Ministerio de Obras Públicas, sin embrago hasta ahora no han dado una respuesta concreta, pues es una decisión que debe venir de la Dirección Nacional de Inspección por que se trata de una obra reciente a la que debe revisarse la garantía.

Los afectados hacen el llamado a las autoridades para que se haga una inspección urgente y se busquen soluciones a este problema que no solo pone en riesgo la vida de los que allí transitan, sino la de cientos de personas que de enfermarse no podrían salir de sus comunidades al quedar incomunicados hacia el área de Penonomé.