Dos tenientes de la Policía Nacional fueron imputados por el delito contra la administración pública por abuso de autoridad, específicamente al estar presuntamente involucrados en la omisión y retardo del proceso de presentación ante un juez de paz y transporte a un centro hospitalario al señor Landys González, quien murió en agosto del 2024 en las instalaciones del cuartel de Aguadulce.

Ambas unidades se mantenían en turno el 15 de agosto, día en que fue ingresado el occiso a una celda preventiva del cuartel en estado etílico y tras negarse a entregar su cédula en una ronda policial. La imputación de los cargos fue admitida mediante audiencia llevada a cabo en el Sistema Penal Acusatorio de Coclé, por un juez de garantías.
Dentro de la audiencia, la Fiscalía a cargo de la licenciada Nellys Ruíz, solicitó las medidas cautelares de reporte periódico los días 15 y 30 de cada mes en los respectivos lugares de trabajo de las dos unidades, Pacora y Aguadulce, y la restricción de acercarse a los familiares del señor Landys o a los testigos, ambas medidas fueron admitidas.
Albenis Castillo, abogado querellante y representante de la familia de la víctima, explicó que primero la causa inició como una investigación por homicidio pero tras la necropsia, se determinó que el señor González, murió por causas ajenas a los supuestos golpes que recibió, pero que según convenios internacionales, el trato a los privados de libertad debe garantizar el acceso a los servicios médicos, y el señor los requirió y no los recibió.
Castillo señaló que aún no han tenido ningún acercamiento con la Policía Nacional en el caso de acuerdos de pena, que por lo general incluyen el resarcimiento económico a las víctimas. Explicó también que este tipo de delitos, puede representar una pena de prisión de hasta 4 años.
Durante los próximos 6 meses, la Fiscalía tendrá que sustentar todos los hechos ocurridos durante la madrugada, mañana y mediodía del 15 de agosto, en donde el señor Landys González, supuestamente suplicó por atención médica, y no fue sino hasta que no reaccionó que se le trasladó al Hospital Rafael Estévez, y el mismo llegó sin vida.
De igual manera, se adelantó que, aunque el occiso debió ser presentado ante un Juez de Paz aquel día, no fue conducido. Los resultados de la necropsia revelaron que la muerte se produjo por un infarto agudo al miocardio, y el examen de toxicología determinó la presencia de alcohol y sustancias psicotrópicas, por lo que el caso pasó de ser un homicidio a uno de omisión y retraso en los procedimientos que poseen las autoridades policiales con los privados de libertad.
La familia de Landys sigue suplicando justicia, su esposa, hijas y hermanos, mantienen la fe en que todo se aclare, pues indican era un hombre trabajador y cabeza del hogar.




