
Los residentes del residencial Villa de Llano Marín, ubicado en el corregimiento de El Coco de Penonomé, denunciaron este martes el abandono de la planta de tratamiento de aguas residuales por parte de la promotora Prococlé, lo que ha generado constantes desbordes de aguas negras en las calles principales de la comunidad y un severo daño ambiental.
Leslie Albeo, presidente de la Junta de Residentes de Villa de Llano Marín, indicó que la planta no está operando y las aguas residuales se están vertiendo directamente al río Hondo, provocando contaminación y malos olores. «Los niños juegan en un parque cercano al área afectada, exponiéndose a enfermedades. Además, la quebrada y el río Hondo están siendo seriamente contaminados, poniendo en peligro la vida de especies como tortugas y peces», afirmó.

Según explicó Albeo, la promotora alega que ya no cuenta con recursos económicos para seguir operando la planta y mantiene que el traspaso al Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) está pendiente. Sin embargo, el IDAAN indicó que la planta sigue siendo privada y no ha sido traspasada formalmente debido a que la empresa incumple con más de 20 parámetros esenciales necesarios para que la institución pueda recibirla.

Luciano Bejarano, otro residente afectado, señaló que incluso se ha suspendido el suministro eléctrico en la planta por falta de pago, lo que ha empeorado la situación. «Las aguas negras ya no están siendo tratadas y se están vertiendo directamente al río. No podemos vivir con estos malos olores ni con el riesgo sanitario que esto implica», manifestó.

Actualmente, la urbanización cuenta con unas 900 viviendas, la mayoría habitadas, cuyos residentes exigen una respuesta definitiva y no soluciones temporales. Los vecinos evalúan acciones legales y protestas para exigir que la promotora asuma su responsabilidad.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente realizó una inspección este martes 16 de julio, donde se confirmó la existencia de desbordes de aguas residuales y el impacto ambiental negativo.
Mientras tanto, la comunidad espera una pronta intervención para evitar que la situación continúe afectando la salud pública y el ecosistema de la zona.