POR: JULIO CESAR FERNÁNDEZ C.
Un día como hoy, el 15 de mayo de 1903, fue fusilado el general de división Victoriano Lorenzo en la plaza de Chiriquí de la ciudad de Panamá, perpetrándose así, el más siniestro y cruel acto de la guerra de los Mil Días en el territorio nacional.
Consideramos que el vil fusilamiento constituyó una verdadera traición de los liberales panameños al valiente guerrillero coclesano que, en un momento dado de nuestra historia fue el único capaz de levantar en alto el perdón rojo de la revolución.
A nuestro juicio el fusilamiento del caudillo de las guerrillas coclesanas fue ordenado por el gobierno conservador de Colombia con la solapada complacencia de los Estados Unidos, toda vez que ambos tenían ya, entre sus planes la construcción del canal interoceánico en nuestro istmo y veían en la figura del invencible guerrillero una amenaza para la realización de tales planes. (Acápite a del art.7 del tratado de paz firmado en el Wisconsin).
“El 24 de diciembre de 1901, a bordo del barco “Almirante Padilla”, el general Benjamín Herrera realiza una nueva invasión revolucionaria al Istmo, cuando desembarca en Tonosí con un poderoso ejército bien armado curtido en numerosos combates ejecutados en Colombia.
El general Herrera invita al Dr. Belisario Porras y al general Victoriano Lorenzo a entrevistarse con él en las playas de la Albina de Antón. “Porras y su Estado Mayor bajaron de La Negrita (donde tenían su cuartel central) para encontrarse con el General Herrera en La Albina, pasando por Penonomé, población que volvieron a desocupar las tropas del gobierno, (“Victoriano Lorenzo, el guerrillero de la tierra de los cholos”, Rubén Darío Carles, pag. 59).
Poco después al reorganizar el Ejército Revolucionario, el General Benjamín Herrera da el título de General de División a Victoriano Lorenzo. Fue a la división que comandaba Victoriano Lorenzo a la que correspondió asaltar y dominar los batallones que defendían el cerro El Vigía, posición lo más fuerte en la línea que protegía la población de Aguadulce (Ibid. Rubén Darío Carles, pag. 111).
Causa, por lo tanto, enorme sorpresa que fuera precisamente el general Benjamín Herrera el que tomara prisionero al general Lorenzo, quien por anteriores órdenes de éste, estaba acantonado en San Carlos con su tropa, al igual que otras divisiones revolucionarias, esperando instrucciones para atacar la ciudad de Panamá.
Decidido a eliminar al general Victoriano Lorenzo, el gobierno colombiano envía a Panamá al General Pedro Sicard Briseño, con el título de comandante en jefe de los ejércitos de Bolívar y Panamá, con tan infame misión. Dicho comandante no tuvo reparo en montar un amañado consejo de guerra verbal para juzgar al valiente guerrillero de Coclé. En este consejo de guerra, celebrado el 14 de mayo de 1903, Sicard Briceño, arbitrariamente, comete toda clase de tropelías y echa por tierra claras disposiciones del tratado de paz firmado en el buque de guerra norteamericano Wisconsin, el 21 de noviembre de 1902, por representantes del gobierno conservador y del ejército revolucionario. Demás está decir que el general de división Victoriano Lorenzo fue condenado a muerte. El liberalismo panameño guarda lamentable silencio ante tan cruel como insólito fallo. Por ironías del destino, solo el conservador y gobernador de Panamá, don Facundo Mufis Durán, trata de salvarle la vida al general Lorenzo. En tal sentido envió una nota al general Sicard Briceño, cuyo tenor es el siguiente:
Panamá, 15 de mayo de 1903.
Señor General Comandante en Jefe del Ejército del Atlántico y el Pacífico. Presente.
Se ha tenido conocimiento en esta gobernación de haberse pronunciado sentencia capital contra el ex revolucionario Victoriano Lorenzo, por un consejo de guerra verbal convocado para su juzgamiento, sentencia que de conformidad con el artículo 1533 del Código Militar tenéis facultad para reformar. Estando en completa paz, este Departamento, como os lo comuniqué a su llegada, considero que podéis hacer uso de esa facultad legal, conmutando aquella pena por la de presidio en el interior de la República o en el lugar que juzguéis conveniente; y así me atrevo a solicitarlo de vos con la mayor atención, en la confianza de que sabréis interpretar debidamente el sentimiento y las razones de interés público que me guían al haceros esta solicitud. Vuestro atento servidor. F. Mutis Durán. Ibid. Rubén D. Carles. Pag.119.
Caso omiso hizo el desalmado general Pedro Sicard Briceño a la humanitaria nota del gobernador de Panamá Facundo Mufis Durán.
El fallo del fusilamiento del general de división Victoriano Lorenzo se cumple en horas de la tarde de ese mismo día, 15 de mayo de 1903.
Lo que no pudieron las balas en combate, lo logran las balas asesinas ordenadas por un juicio militar preconcebido y amañado cuyo brazo ejecutor fue el general Sicard Briceño, enviado al istmo con ese alevoso propósito.
Profesor Julio Cesar Fernández C.
Coordinador del Grupo de Apoyo
Comité Pro Homenaje al General Victoriano Lorenzo
El Cocal, La Negrita.
