La comunidad del distrito de Antón se encuentra alarmada por el aumento de actos vandálicos en el corregimiento de Río Hato, donde el hurto de metales se ha vuelto una práctica común.
Los delincuentes no dudan en robar cualquier tipo de artículo metálico para venderlo a empresas recicladoras de hierro, causando graves daños a la infraestructura y a la propiedad privada.
Eric Domínguez, alcalde del distrito, denunció el reciente acto vandálico en el parque Prohibido Olvidar, ubicado en la entrada de Farallón.
Este sitio, construido en honor a los caídos de la invasión norteamericana de 1989, fue blanco de los delincuentes, quienes se llevaron las luminarias de paneles solares junto con sus soportes metálicos.
«La situación es tan grave que los delincuentes se llevan cualquier artículo metálico, desde señales de tránsito hasta hojas de zinc de paradas de buses. Incluso han vandalizado tumbas en los cementerios», expresó Domínguez.
«Ni la propiedad privada se salva», agregó, instando a las empresas recicladoras de metales a revisar sus procedimientos de compra para evitar adquirir objetos hurtados.
El alcalde también hizo un llamado a la comunidad a denunciar estos delitos que afectan tanto a la propiedad privada como a la comunidad en general.
«No es posible que a los delincuentes se les premie comprándoles estos artículos, que venden a cualquier precio solo con la intención de tener dinero para comprar alcohol o drogas», manifestó.
Actualmente, la empresa responsable de la construcción del parque está evaluando los daños causados. Además, se está considerando la implementación de multas más severas para las recicladoras que acepten metales de procedencia dudosa.
La comunidad de Río Hato espera que estas medidas ayuden a frenar la ola de vandalismo y a proteger tanto los bienes públicos como privados.