DAMGELA DE LEÓN
Como cada año, miles de panameños se preparan para recibir el nuevo año de la mejor manera, con la esperanza de que éste sea mejor que el anterior en todos los aspectos de la vida.
Los coclesanos, por su parte, no escapan de realizar ciertas tradiciones que han pasado de generación en generación las familias de los campos y las urbes. Los inciensos, los granos en la mesa, rituales de ropa, y demás iniciativas que buscan atraer a la abundancia y la prosperidad.

Silvia Ubarte, oriunda de Vista Hermosa, es vendedora de todo tipo de esencias aromáticas vegetales, mejor conocidas como inciensos, desde hace más de 10 años en la central de Penonomé, y comenta que las ventas de este año han sido muy buenas, ya que las personas buscan sus tradiciones ancestrales.
Ubarte también dice que desde el primero de diciembre se coloca en su puestito de ventas para que los transeúntes de la avenida central aprovechen todo el mes para comprar sus esencias.
Por su parte Judith Rodríguez, vendedora de flores, se animó a ofrecer a los clientes ramitos de arroz con mandarinas, que comúnmente son colocados detrás de las puertas principales de las casas en busca de prosperidad, ella también comenta que entre sus tradiciones de año nuevo es realizar junto a su familia un muñeco el cual quemarán la madrugada del 1 de enero, y además se reunirán en la mesa para festejar.

La señora Judith espera que el próximo año 2023 esté cargado de oportunidades económicas para el pueblo, y que no sólo los gobernantes tengan la oportunidad de progresar, y, además, pide mucha salud para afrontar cada dificultad.
La mirra, azufre, romero, caraña, canela en rajas, son algunas de esas esencias que se queman dentro de hogares y comercios durante los últimos días de diciembre.
Cada hogar celebra esta fiesta de una forma diferente, pero en común, comparten el deseo de mejores días no solo para los suyos sino también para todo Panamá, con salud y una mejor economía.